Dulce Gonçalves, Nuno Ferreira and Teresa Mesquita of Unidade AVC Centro Hospitalar Lisboa Ocidental share their success story.
Nuestra unidad de ictus (UI) ha recorrido un largo trayecto desde que abrió sus puertas en 2008. Una vez superados los retos inevitables que se encuentran en la implementación de todo nuevo proyecto, el equipo estaba listo para seguir mejorando la calidad de su trabajo, satisfaciendo las necesidades de los pacientes y, al mismo tiempo, manteniéndose al día del rápido progreso en el tratamiento de la fase aguda que se ha dado en los últimos años.
Cuando nos pusimos en contacto con Angels Initiative, lo vimos como una oportunidad para mejorar la intervención del ictus en nuestro hospital. Además de actualizar la formación sobre el ictus y el conocimiento que ofrece, nos atrajo el modo en que la iniciativa establece objetivos cuantificables, que pasaron a ser un incentivo para todos los miembros del equipo.
Esta iniciativa reforzó el espíritu de nuestro equipo hacia un objetivo que sitúa en primer lugar la atención individual de cada paciente. Definir el procedimiento del paciente con ictus, mientras se preestablecían las posibles divergencias y sus acciones correspondientes, ayudó a todos los componentes de la cadena del ictus a conocer exactamente la función que tienen en el proceso.
Una vez que revisamos y modificamos varias listas de comprobación y procedimientos implementados en la UI, procedimos a analizar y evaluar el procedimiento del paciente realizando una simulación del código de ictus. La simulación nos permitió identificar varios pasos clave que debían modificarse para mejorar los tiempos desde la llegada al hospital hasta recibir tratamiento.
Uno de los primeros cambios incluyó que el equipo de la UI se reuniera con el paciente en el momento del ingreso en el hospital. Comprendimos la importancia de las conexiones entre todos los miembros del equipo, empezando desde el ingreso en el servicio de urgencias, el procedimiento de la TAC, hasta el ingreso en la UI. De este modo, todos los equipos médicos y de enfermería del servicio de urgencias, la UI y de radiología se implicaron para mejorar la relación y el entendimiento entre todos y, en última instancia, disminuir el tiempo de tratamiento del paciente hasta, si estaba indicado, el inicio del tratamiento fibrinolítico en la sala de TAC.
Cuando todos luchamos por la misma causa, podemos lograr resultados que al principio considerábamos imposibles. Nos complace decir que hemos logrado bajar nuestro tiempo desde la llegada al hospital hasta recibir tratamiento hasta un tiempo récord de 14 minutos. La clave siempre es considerar la perspectiva del paciente, que está en riesgo de perder capacidades funcionales significativas, lo que a su vez le arrebataría su independencia y su dignidad.
Angels Initiative nos ha ayudado a cambiar nuestra actitud; a seguir pensando en cómo mejorar. A día de hoy, sentimos que es necesario salir de los hospitales e iniciar intervenciones empezando en la fase prehospitalaria, en concreto a través de sesiones colaborativas para compartir conocimientos con grupos de bomberos, con quienes trabajamos a menudo. Otra preocupación es el conocimiento del público general sobre el ictus y cómo identificarlo, algo que aspiramos a mejorar participando en eventos escolares sobre la salud. Finalmente, queremos estar siempre preparados para recibir y tratar pacientes de la forma más eficiente, cosa que lograremos revisando constantemente nuestros procedimientos de código de ictus, por mucho que pensemos que ya somos muy “buenos”.
Gracias a, y en colaboración con, Angels Initiative, sentimos que es más fácil llevar a la práctica nuestros objetivos: mejorar la atención del ictus por el bien de nuestros pacientes.