
Me uní a Angels porque es mucho más que un trabajo. Angels tiene un componente emocional que lo convierte en un proyecto muy especial. Desde que empecé, los lunes están tan felices como los viernes.
En mi primer día con Angels tuve la increíble oportunidad de conocer a todo el equipo de Iberia y pasar algún tiempo con Esther Redondo, que me explicó los fundamentos clave del proyecto y transmitió el espíritu especial que todos los consultores comparten. En ese momento, no podía imaginar todo lo que iba a pasar, pero algo dentro de mí estaba claro: Estaba en el lugar correcto. Fue un día lleno de emoción y entusiasmo, y en ese momento sabía que había encontrado una casa en Angels.
Lo que más me enorgullece es salir de mi zona de confort. Ser capaz de enfrentarme a mis miedos y dudas y de ir más allá de mis límites me ha permitido crecer personalmente y descubrir nuevas oportunidades y aprender.
Me costó mucho valor encontrar mi lugar en el campo. El camino para ganarse la confianza de los profesionales del ictus y conseguir que compartan sus problemas y preocupaciones y que les ayuden es difícil y lleva tiempo. En las primeras reuniones y llamadas, nadie parece tener tiempo para ti, y tienes que intentar no desanimarte. Es cuando ven el valor que pueden aportar que empiezan a confiar en ustedes.
Lo más importante que he aprendido hasta ahora es el poder de la motivación. Es el ingrediente clave para hacer que se produzca el cambio y hacer que las cosas funcionen.
Una habilidad que he encontrado inesperadamente útil es ser flexible. Hay muchas formas de llegar al lugar correcto y la mejor no es necesariamente la que tenemos en mente al principio. Creo que tienes que adaptarte rápidamente a las diferentes situaciones que surgen y poder ver nuevos horizontes.
El mejor consejo que he recibido es que lo más importante es ser un buen oyente para comprender cada situación. Tienes que hablar con todas las partes involucradas y obtener todos los puntos de vista para entender cómo funciona y qué problemas puede haber.
Para mí, dejar mi legado significa ser socio de los hospitales de mis regiones y ayudarles a mejorar la atención de los pacientes con ictus hasta que me consideren uno de los equipos.