
Me uní a Angels por varios motivos. En primer lugar, porque sentía que sería una gran experiencia de aprendizaje y que podría contribuir a mi crecimiento profesional. En segundo lugar, porque cuando me hablaron de todo lo que contribuyó a la salud y el bienestar de los pacientes, sentí que iba a formar parte de una iniciativa que podría ayudar a muchas personas y que daría sentido y un propósito especial a mi trabajo. Y en tercer lugar, porque quería un nuevo desafío que me ayudara a mejorar.
Mi primer día con Angels fue muy emocionante, volví de vacaciones y realmente quería empezar y aprender todo lo nuevo sobre este bello trabajo.
Lo que más me enorgullece es formar parte de un gran equipo, un grupo de excelentes compañeros, mujeres que trabajan, comprometidas que me han apoyado y han contribuido mucho. y ser parte de una iniciativa global con tanto reconocimiento y prestigio.
Se necesita mucho valor y valentía para llegar con tanta confianza y proporcionar formación a tantos profesionales sanitarios, para ser su consultor y su apoyo para lograr sus objetivos.
Lo más importante que he aprendido hasta ahora es cómo mi asesoramiento puede ayudar a mejorar los procesos en las instituciones y cómo estos procesos pueden mejorar la calidad de la atención de los pacientes con ictus, reduciendo así las muertes y las discapacidades.
El mejor consejo que he recibido es que la comunicación clara, honesta y respetuosa es la mejor forma de trabajar de forma armoniosa en mi equipo.
Dejarme un legado significa que mis acciones pueden ser muy útiles y que puedo marcar y cambiar muchas vidas.