Odesa es una ciudad portuaria en la costa noroeste del mar negro. En paz, la “perla marina de Ucrania” es popular entre los turistas que acuden a sus frentes de agua y a sus playa y se quedan encantados con su espléndida arquitectura, incluidas las fachadas apanaladas de mansiones neoclásicas y de arte nouvatas y la más bella casa de la ópera de toda Europa.
En tiempos de guerra, es un premio estratégico, para quienes controlen Odesa, controlan el mar negro.
Ubicada a solo 200 km al oeste de Kherson, la ciudad de Odesa ha sido el objetivo de los derribos y de los golpes de aire desde que comenzó la invasión rusa. Las sirenas de las inspecciones aéreas suenan a diario, y la lista de víctimas civiles continúa creciendo durante más tiempo. En diciembre, los ataques en la rejilla de energía pusieron a la ciudad en oscuridad.
En abril de 2022, el equipo de Angels en Ucrania, junto con las asociaciones de ictus de Ucrania, comenzó a realizar llamadas semanales de Zoom a médicos de ictus atrapados en la guerra, una iniciativa que más tarde conseguiría una agenda formal y el apoyo del Grupo de trabajo de la ESO para Ucrania. La oportunidad de compartir sus experiencias y sentir una sensación de comunidad fue acogida por médicos especialistas en ictus de todo el país, como el Dr. Oleksandr Kartashov, jefe del departamento de cuidados intensivos del Hospital Clínico Regional de Odesa.
Situado en el distrito de Suvoroskiy, en la zona nororiental de la ciudad, el Hospital Clínico Regional de Odesa es un centro integral y el principal centro de ictus de la región de Odesa bajo la dirección del director jefe, el Dr. Yurii Gulchenko. Cuando Angels empezó a trabajar con este hospital en 2016, encontró un equipo completo de campeones en ictus: el Dr. Kartashov, el Dr. Volodymr Kolesnyk, jefe del departamento de neurorradiología, y la Dra. Iryna Hubetova, jefe del departamento de neurología, que posteriormente fue reemplazada por la Dra. Olga Velychko.
En 2016, el asesor de Angels, Lev Prystupiuk, visitó Odesa para asistir a talleres de simulación y formación que marcaron el comienzo de una nueva trayectoria para la atención del ictus en este hospital.
Los números cuentan la historia. Doce pacientes se sometieron a trombólisis en 2016, y la mediana del tiempo desde la llegada al hospital hasta recibir tratamiento fue de entre 60 y 70 minutos. En 2017 y de nuevo en 2018, más de 30 pacientes se sometieron a trombólisis, y en 2019, después de la formación de simulación por parte de la asesora de Angels, Maria Sheverdina, ese número se duplicó a 63. Desde 2021, más de 200 pacientes con ictus han tenido una segunda oportunidad en la vida en el Hospital Clínico Regional de Odesa, con tiempos desde la llegada hasta recibir tratamiento de entre 20 y 30 minutos.
El Dr. Kartashov traza su experiencia personal con el tratamiento del ictus en la fase aguda hasta 2010, momento en el que la actitud hacia la trombólisis en Ucrania fue provisional como mucho. Estaba en servicio nocturno cuando una paciente fue ingresada con signos de ictus. Después de descartar otras contraindicaciones, el Dr. Kartashov decidió realizar trombólisis, pero aunque el tratamiento tuvo éxito, como resultado del riesgo percibido, se vio obligado a escribir muchos informes que explicaban sus acciones. “Los ganadores no se juzgan, pero yo sí”, comenta drástico.
Sin embargo, el evento resultó ser un punto de inflexión para el hospital.
En 2019, el hospital ganó su primer premio de oro de Angels de la ESO, pero, aunque su rendimiento siguió mejorando, la introducción de datos en RES-Q tuvo un segundo plano para los próximos dos años. Esto fue, hasta el estallido de la guerra y, en una llamada de Zoom en abril, el Dr. Kartashov escuchó con gran interés, ya que el Dr. Yuriy Flomin, uno de los principales expertos en ictus del país, instó a los médicos a compartir los datos del tratamiento del ictus con RES-Q.
El Dr. Flomin afirmó que los centros de excelencia como el Hospital Clínico Regional de Odesa merecían que se reconocieran sus resultados.
Una vez registrados en RES-Q, estos resultados sí contaron una historia extraordinaria de la calidad de los cuidados del ictus en el hospital y pronto se hizo un reconocimiento. Para el periodo comprendido entre abril y junio de 2022, un momento en el que los hospitales de Ucrania se estaban convirtiendo en objetivos estratégicos, el Hospital Clínico Regional de Odesa ganó su segundo premio de oro,
María le preguntó al Dr. Kartashov en cualquier momento sobre cómo puede trabajar cuando sabe que un ataque podría ocurrir. Respondió: “Qué más podemos hacer, excepto para continuar trabajando y esperando”.
Así que siguieron trabajando y esperando, y durante el período de julio a septiembre, mientras la primera línea se acercaba más a la ciudad y los ataques de cohetes reclamaban decenas más vidas civiles, el Hospital Clínico Regional de Odesa ganó su primer premio de diamante. Y en el trimestre que finalizó en ese oscuro diciembre, añadieron un segundo diamante a su corona.
Si la guerra y el ictus nos enseñan algo, es que la vida es preciosa. Por este motivo, el Dr. Kartashov dice: “Es tan importante darles a nuestros pacientes la oportunidad no solo de vivir, sino también de estar vivos”.