Mendoza es una tierra de vinos. Más del 70 por ciento del vino producido en Argentina se elabora en esta provinciadel centro oeste que da a la cordillera de los Andes, y la ciudad capital, también llamada Mendoza, acompaña a Burdeos y San Francisco en la lista de las grandes capitales del vino del mundo.
La provincia alberga a alrededor de dos millones de personas para quienes el acceso a una atención médica de calidad está determinado en gran medida por la ubicación. La consultora de Angels, Romina Delgado, dice que, dado que la mayoría de la población vive en el Gran Mendoza y las grandes distancias separan los diferentes centros urbanos, una red de telemedicina concebida en agosto de 2021 fue la respuesta para maximizar la disponibilidad de atención de accidentes cerebrovasculares en la provincia. Y en marzo de este año, esta red presentó una historia tan buena que sería un pecado no celebrarla con una copa de malbec o chardonnay local.
En el momento de la planificación de la red, la trombolisis sólo estaba disponible en dos hospitales públicos, ambos ubicados en la ciudad de Mendoza. De ellos, sólo uno, el Hospital Luis Lagomaggiore, contaba con un servicio de neurología. Cinco hospitales más de la provincia, el más alejado de la capital a 350 km, tenían potencial para convertirse en centros de ACV, pero carecían de los conocimientos y protocolos de manejo necesarios, lo que dejaba en situación de vulnerabilidad a gran parte de la población.
Romina comenta: “Fue en este contexto de grandes distancias y escaso personal capacitado en ACV que surgió la posibilidad de una red de telemedicina en la que el equipo de neurología de la capital pudiera asistir a los equipos de salud de los hospitales periféricos. Angels apoyaría la implementación progresiva de este programa realizando capacitaciones en cada una de estas instituciones, con el objetivo de optimizarlos recursos humanos, brindar un mejor tratamiento y reducir demoras y traslados innecesarios.”
La planificación de la red comenzó en agosto de 2021 y en marzo de 2022 se inició la capacitación en la Unidad Central de Teleacv (UTAC) ubicada en el Hospital Luis Lagomaggiore y la primera Unidad Periférica de Teleacv (UTAP) ubicada en el Hospital Regional de Malargüe, a 350 km de distancia. Cinco meses después, el 25 de agosto, se lanzó formalmente la red de teleacv y al día siguiente se evaluó y trató al primer paciente.
Las siguientes dos UTAPS se sumaron un año después, en agosto de 2023. El Hospital Regional Antonio J. Scaravelli en Tunuyán y el Hospital Enfermeros Argentinos en General Alvear, a 80 y 350 km de Mendoza respectivamente, eran similares al de Malargüe. Ambos contaban con un tomógrafo computarizado y una unidad de cuidados intensivos y ofrecían atenciónlas 24 horas, pero ninguno contaba con un departamento de neurología. Fue en el Hospital Enfermeros Argentinos donde se desarrollaría esta historia
El Dr. Federico Giner es neurólogo y coordinador de ACV en el Hospital Luis Lagomaggiore, y coordinador de Teleacv en Mendoza. Explica cómo funciona la red: “Los pacientes son evaluados por el equipo de guardia de la UTAP y si se sospecha un ACV, una llamada al neurólogo de la UTAC le avisará que vaya a la sala de tele ACV. El paciente es trasladado a la sala de tomografía para una tomografía computarizada y luego a la UCI. Aquí se establece una videollamada sincrónica a través de la cual el neurólogo interactúa con el equipo de guardia de la UTAP y con el paciente para realizar un examen NIHSS, evaluar la tomografía computarizada y completar la lista de verificación."
“Si se indica trombolisis, se realizará una segunda consulta al final de la infusión durante la cual el neurólogo hará recomendaciones para el cuidado post-agudo y la prevención secundaria.”
Tres pilares determinarán en última instancia el éxito futuro de la red, dice el Dr. Giner. “El trabajo en equipo para empoderar al personal de la UTAP, la gestión del cambio y el registro y seguimiento de los resultados para facilitar la mejora continua.”
Aún quedan obstáculos por superar, pero en marzo de este año la red demostró su valía al salvar a uno de los suyos.
El doctor Giner recuerda: “Ocurrió el viernes 22 de marzo de 2024 por la tarde, un día en el que habitualmente soy el teleneurólogo de guardia en la UTAC, pero en esta ocasión fue el doctor Federico Martínez, miembro del equipo de teleneurología, quien recibió la llamada a las dos y siete minutos." Siete minutos antes, a las 14 horas, el doctor Alejandro Torres, médico anestesiólogo y director ejecutivo del Hospital Enfermeros Argentinos, al llegar a su casa había desarrollado de repente un trastorno del habla y dificultad para caminar. Su esposa, sospechando un ACV, había llamado a la ambulancia que llevó al doctor Torres a su propio hospital a las dos y veinte, 13 minutos después de que el doctor Martínez atendiera la llamada.
“A las 14:34 horas se le realizó un TAC y una videoconsulta posterior confirmó una puntuación NIHSS de 4. Los síntomas del Dr. Torres incluían hipoestesia facial,disartria y afasia leve, y era hipertenso con una presión arterial de 220/120mmHg. Fue tratado con Labetalol hasta que se estabilizó la presión y se inició el tratamiento trombolítico a las 14:55 horas, solo 55 minutos después del inicio de los síntomas."
Aunque la puntuación NIHSS era baja, los síntomas que presentaba el Dr. Torres eran incapacitantes y, de no tratarse, le habrían impedido reanudar sus actividades habituales, afirma el Dr. Giner. “Además, su inestabilidad postural no se puntuó en la NIHSS, un claro ejemplo de que la puntuación NIHSS no debe ser la única consideración a la hora de tomar la decisión terapéutica”.
La recuperación del Dr. Torres fue rápida y a las dos semanas del episodio estabade nuevo en el trabajo y presidiendo una ceremonia pública en su hospital. Tras ser diagnosticado de fibrilación auricular paroxística, había comenzado un tratamiento con anticoagulantes y, por lo demás, estaba como nuevo.
El Dr. Giner afirma: “No cabe duda de que las acciones coordinadas de toda la cadena de supervivencia del ictus (desde el reconocimiento de los síntomas y las acciones tanto del equipo de guardia de la UTAP como del neurólogo de la UTAC hasta la atención posterior) son la razón por la que el Dr. Torres recibió el tratamiento a tiempo."
Una historia con un desenlace tan feliz también merece un brindis por el Dr. Martínez, el joven neurólogo y exjefe de residentes del Luis Lagomaggiore que estaba de guardia cuando la red de teleacv le dio al Dr. Torres una segunda oportunidad de vida.