Securing free airtime for a topic most people would rather not talk about hadn’t been easy, but that senior Angels consultant Luján Castrillón doesn’t give up easily is something to which the stroke teams at two leading hospitals in Córdoba can attest.
A principios de la primavera de 2021, cuando el gobierno argentino volvió a aumentar las restricciones por el aumento de casos y hospitalizaciones por COVID-19, los oyentes de la provincia de Córdoba acababan de encender la radio local para oír hablar de una amenaza sanitaria aún más extendida.
Las voces que escucharon eran las de la Dra. Pamela Dorrego, una neuróloga de la ciudad de Córdoba, y de Luján Castrillón, quien lleva varios años defendiendo a los pacientes con ictus como asesora sénior de Angels.
Aunque los datos de prevalencia de ictus en Argentina son escasos, un reciente estudio poblacional realizado en una provincia cercana halló que dos de cada 100 personas mayores de 40 años sobrevivieron al ictus. Reveló que, al igual que en el resto de América Latina, el ictus es una de las principales causas de muerte y discapacidad en un país en el que un cuarto de la población tiene hipertensión.
Los programas de radio fueron fruto de las incansables peticiones de Luján, que tenía en mente emisoras específicas de regiones donde había grandes porcentajes de pacientes con ictus llegando al hospital fuera del margen de tratamiento. El objetivo era concienciar a los oyentes de Radio Río Cuarto, Radio Las Rosas y Radio Sucesos sobre los síntomas del ictus y la importancia de tratar el ictus como urgencia y garantizar que el paciente fuese tratado lo más rápido posible.
No fue fácil garantizar tiempo de emisión para un tema del que la mayoría de la gente no desea hablar, pero Luján no se rinde fácilmente, como ya saben bien los equipos de ictus de los dos principales hospitales de Córdoba.
Luján llevaba trabajando con el Hospital Ferreyra de Córdoba desde 2019 y con el Sanatorio Allende desde 2018. Ayudaba a ambos hospitales a elevar las tasas de recanalización y reducir los tiempos desde la llegada hasta el tratamiento, además de facilitar la formación de los profesionales sanitarios. Pero la pandemia estaba afectando al rendimiento debido al cribado de nuevos ingresos por COVID-19 y la asignación de nuevo personal a los equipos de ictus.
En abril de 2021, un año después de la pandemia, los jefes de neurología de ambos hospitales recibieron una llamada invitando a sus equipos a participar en la formación de simulación.
“Es una actividad muy importante asegurarse de que todos los participantes en la vía de tratamiento del ictus estén listos cuando llegue un paciente”, afirma Luján, quien admite que no fue fácil convencer a todos los directores del hospital de que lo que a veces ven como un escrutinio no deseado iba a beneficiar a sus equipos.
Sin embargo, no le costó en absoluto persuadir al jefe de neurología del Hospital Ferreyra, el Dr. Gustavo Ortiz, ni al coordinador de ictus del Sanatorio Allende, el Dr. Juan Martín. El hecho de que las restricciones por la pandemia no le permitieran estar presente en las simulaciones fue un reto pero, en última instancia, no un obstáculo. En principio, si se puede celebrar una reunión por Zoom, seguramente se puede llevar a cabo una simulación a través de Zoom. Con esa convicción en mente, se trazaron los planes para las primeras simulaciones remotas de la región.
El día designado en cada uno de los hospitales, un “paciente” de 55 años llegó a triaje con síntomas que activaban el código de ictus y ponían en alerta a todo el mundo, desde los neurólogos hasta los radiólogos. A pesar de tener diabetes e hipertensión, el paciente estaba indicado para el tratamiento de recanalización y, en el caso del Hospital Ferreyra, el “tratamiento” comenzó en menos de 50 minutos. En el Sanatorio Allende, el equipo ahorró unos minutos valiosos en el tiempo puerta-aguja, y el tratamiento comenzó a los 19 minutos.
“El personal de enfermería estaba mejor preparado, el neurólogo llegó antes para examinar la TAC y todo el equipo trabajó más rápido que en la ronda anterior”, relata Luján.
“Las simulaciones de trombólisis son una herramienta excelente para estimular la participación y el trabajo en equipo”, afirmó el Dr. Ortiz, que también trabaja coordinando el programa de telemedicina del Hospital Universitario Privado de Córdoba y como profesor adjunto de Neurología Clínica en la Universidad de Miami. “Fue fascinante constatar lo interesados que estaban todos aquellos profesionales en saber cuán bien habían trabajado y cuánto habían tardado. Hasta el personal de seguridad del hospital estaba interesado y nos pidió que le diéramos charlas instructivas sobre cómo actuar en casos de ictus en fase aguda.
“La diferencia de tiempo entre la primera y la segunda simulación fue palpable: pudimos reducir nuestro tiempo desde la llegada hasta el tratamiento a casi la mitad. En el tiempo que transcurrió entre los dos ejercicios no realizamos ningún tipo de formación teórica para el equipo, por lo que el único acto educativo fue el ejercicio en sí. Estimuló la participación y el deseo de cada cual de mejorar.
“Desde el momento en que planteamos por primera vez la posibilidad de llevar a cabo estas actividades con las autoridades del hospital, recibimos un gran apoyo. A su vez, la participación de los residentes fue fundamental. Se tomaron su trabajo con seriedad y responsabilidad. Creo que no están cerca de olvidar estas experiencias”.
En el Sanatorio Allende, el tiempo desde la llegada hasta el tratamiento de menos de 20 minutos es prueba fehaciente de la amplia experiencia que posee el hospital en el tratamiento del ictus. Pero, por muy optimizados que estén sus procesos, uno siempre tiene margen de mejora. Ese fue el mensaje del Dr. Juan Martín, quien, además de ser miembro de la Sociedad Neurológica Argentina, es profesor adjunto de Neurología en la Universidad Católica de Córdoba.
“Estamos trabajando constantemente con la Iniciativa Angels para ofrecer formación en cada área de la unidad, incluidas las áreas de enfermería y neuroimagen. Estamos convencidos de que este trabajo en equipo permitirá que más pacientes se beneficien de recibir el tratamiento correcto a tiempo”.
El Dr. Ortiz está de acuerdo: “Espero ver otras simulaciones de esta índole entre todos los equipos de ictus y urgencias de nuestra región para que más pacientes reciban el tratamiento necesario, con la consiguiente reducción de la morbilidad y mortalidad por ictus”.
Mientras tanto, Luján espera volver a la radio a finales de octubre, coincidiendo con el Día Mundial del Ictus, e incluso ha reclutado a una de las personas más divertidas de Argentina para su campaña. El comediante Rodrigo Vagoneto no dudó en sumarse a la causa; como Luján, está dispuesto a hacer lo que haga falta.
