Maria Koneva, asesora de Angels, lo resume así: “Cuando uno lo hace, lo aprende de por vida”. Lea más sobre cómo los principios del aprendizaje experimental sustentan el impacto de la formación en simulación en la atención del ictus.
A principios de 2019, solo 1 de cada 200 pacientes con ictus en Ucrania estaba recibiendo tratamiento de recanalización farmacológica. La tasa de trombectomía era incluso inferior: un imperceptible 1 de cada 1000. Aunque las tasas de recanalización aumentaban año tras año, eran aumentos tristemente pequeños sobre unas cifras ya de por sí bajas.
No hubo ningún año en que la tasa de recanalización aumentara en más de 31 puntos porcentuales, pero eso estaba a punto de cambiar.
A partir de febrero de 2019, un equipo de neurólogos y educadores en neurología impartió cursos de formación sobre atención del ictus en fase aguda a 106 miembros de equipos de ictus de toda Ucrania. Diez grupos interdisciplinares de neurólogos, neurocirujanos, personal de enfermería especializado en ictus y médicos de UCI y urgencias asistieron al curso de simulación de ictus de dos días celebrado en el Hospital Regional de Poltava, en el este del país. Allí se había inaugurado, con ocasión del Día Mundial del Ictus de 2018, el segundo centro de simulación de Europa Oriental.
Al año siguiente, en el Congreso Mundial del Ictus, a finales de 2019, el número total de pacientes sometidos a tratamiento de recanalización enUcrania había aumentado en un 90 %, y la tasa de trombólisis de los hospitales que participaron en el entrenamiento, en más del 200 %.
La conclusión del equipo del Poltava fue que la formación en simulación para la atención del ictus tuvo un impacto inmediato, significativo y medible en la calidad de la atención.
Lecciones esenciales sobre el cómo y el porqué
Los méritos del aprendizaje basado en la simulación están bien fundamentados. De hecho, el filósofo griego Aristóteles fue el primero en observar, hace unos 2400 años, que “las cosas que tenemos que aprender antes de poder hacerlas, aprendemos haciéndolas”.
Uno de los pioneros en recalcar la importancia de la formación en simulación en el ámbito sanitario es el Dr. Gaba, anestesista de profesión. Para ayudar a los profesionales sanitarios a dominar nuevas habilidades sin poner en riesgo a los pacientes, se ha basado en los principios de formación de los aviadores y astronautas.
En la atención de urgencias de ictus ya ha quedado demostrado el impacto positivo de las formaciones en simulación. Este se refleja en mejoras significativas en los desenlaces y la gestión de los pacientes en la vida real gracias, entre otros, al tiempo ganado a través de un mejor trabajo en equipo y en que los médicos confían más en sí mismos y toman mejores decisiones más rápido.
Cualquiera que desee comprender cómo y por qué la formación en simulación mejora la atención del ictus encontrará numerosas respuestas, tanto en los estudios de casos revisados por expertos como en los beneficios ampliamente entendidos del aprendizaje experimental. Pero en el caso de cinco aprendizajes clave sobre la formación basada en la simulación en entornos de ictus, también es posible confiar en un grupo de asesores y jefes de equipo de la Iniciativa Angels. Estos comparten su experiencia con una amplia gama de simulaciones —desde simulaciones de vía aguda en el hospital hasta situaciones basadas en centros de simulación— para optimizar la toma de decisiones y la atención posaguda.
1 Un buen lugar para aprender y reflexionar
La formación en simulación permite aprender en grupos pequeños y en un entorno seguro, explica Silvia Ripamonti, jefa de equipo de Angels para cinco países de Europa Central, que incluyen la República Checa y Bulgaria. El Centro de Simulación ultramoderno del Hospital Universitario Santa Ana de Brno (República Checa) es uno de los más utilizados por los equipos de Angels en toda Europa. En Bulgaria, se celebran Academias de Ictus durante dos días en el Hospital Santa Ana de Sofía y en el Hospital San Pantaleón de Plovdiv.
“La simulación elimina el miedo”, declara Maria Koneva, una profesional radicada en Moscú (Rusia) que se unió a la Iniciativa Angels con el propósito de cambiar el sistema sanitario de su país.
“Es un buen lugar”, confirma Claudia Queiroga. Claudia, quien es ahora miembro del equipo central de la Iniciativa Angels, fue antes asesora en Portugal y participó en simulaciones “in situ” de la fase hiperaguda del ictus en el servicio de urgencias.
Además, añade Claudia, la formación en simulación brinda la oportunidad de reflexionar sobre la propia forma de proceder en un entorno donde nadie juzga.
Por lo general, la simulación con juego de rol consta de tres fases: la sesión informativa, la situación y la sesión de evaluación. Durante el sesión informativa, los participantes reciben comentarios de expertos en un entorno que les apoya y no les juzga. Esta oportunidad para reflexionar es un elemento clave del aprendizaje experimental, según el filósofo y reformador educativo John Dewey, quien defendía que “no aprendemos de la experiencia, aprendemos reflexionando sobre la experiencia”.
2 Un aprendizaje mejor y más duradero
El aprendizaje experimental acelera el proceso de aprendizaje y mejora la retención. No solo es más probable que los aprendices conecten a nivel personal con el material, sino que también aprenden el valor de los errores.
Es increíble cuánto se aprende en solo dos días, comenta Lev Prystupiuk, el asesor de Angels para Europa Oriental y Asia Central. Lev es endocrinólogo y en su amplia experiencia figura trabajar de médico voluntario en recónditas zonas rurales de su país natal, Ucrania. Ha sido una de las piedras angulares en la creación del centro de simulación en Poltava, y afirma que tras la formación basada en simulación de Poltava, hay médicos sin experiencia previa en el tratamiento del ictus que empiezan a tratar a pacientes con ictus en sus propios hospitales y en sus propios países.
El aprendizaje no solo se acelera con la práctica, sino que también se refuerza revisando y analizando grabaciones de vídeo de las situaciones y analizando el propio comportamiento.
“Cuando uno se ve a sí mismo cometiendo un error, nunca lo olvida”, explica Alicia Arjona, asesora de Angels en España. María Koneva concuerda: “Cuando uno lo hace, lo aprende de por vida”.
3 Competencia, confianza y conexión
Cuando los médicos que han asistido a la formación en simulación comienzan a tratar a sus propios pacientes, se sienten seguros por dos motivos, explica Mateusz Stolarczyk, jefe de equipo de Angels para Rusia, Polonia y Ucrania. “Uno, porque saben cómo hacerlo, y dos, porque también saben que cuentan con el apoyo de Angels para la puesta en marcha”.
Silvia coincide en que “el mayor resultado es que el médico tiene más confianza cuando pone en práctica lo aprendido”. Es la confianza de quien ha sacado plenamente partido de situaciones con juego de rol en las que había que tomar decisiones, de los comentarios de expertos sobre sus observaciones durante las pruebas neurológicas o de los minutos ahorrados durante la vía del ictus en fase aguda durante las simulaciones “in situ”, permitiendo así salvar la vida de los pacientes.
No solo han recibido amplia información relevante y correcta de uno de los mayores expertos en hacer lo complicado sencillo: también saben que pueden contar con apoyo y mentoría en el futuro, nos dice Maria.
Esto también queda reflejado en la experiencia de Silvia: “Cuando un médico que nunca ha tratado un ictus completa la formación en simulación, el formador le dice: ‘Cuando tenga a su primer paciente, llámeme’. Y cuando llama, al otro lado de la línea tiene a un mentor para decirle: ‘Calma, sigamos la lista de comprobación, sigamos el protocolo’”.
4 Trabajo en equipo en todas las disciplinas
El trabajo en equipo es esencial en una urgencia médica, y uno de los resultados clave de la formación en simulación es la mejora de la comunicación entre los miembros del equipo interdisciplinar —especialmente en la fase hiperaguda—.
Pero el trabajo en equipo también desempeña un papel importante en la atención posaguda, explica Claudia, quien recientemente asistió a un taller de simulación posaguda en el Centro de Simulación de Aveiro (Portugal). También participaba la gestora de proyectos de Angels, Rita Rodrigues, quien coordina la educación y formación del equipo de asesores en Europa y gestiona la participación en conferencias, talleres y reuniones internacionales.
Al taller asistieron dos equipos interdisciplinares de distintos hospitales entre los que figuraban profesionales de enfermería de rehabilitación, fisiatría, ergoterapia, fisioterapia, logoterapia y nutrición.
A diferencia de la fase hiperaguda, los especialistas de la posaguda no suelen trabajar en equipo, y a menudo los participantes del mismo hospital no se conocían, precisa Claudia. “Puede aque un especialista vaya por la mañana y el otro por la tarde, y este se fiará de lo que figura en el historial del paciente”.
Sin embargo, durante el taller de simulación en Aveiro, los participantes se dieron cuenta de que el trabajo en equipo y la toma de decisiones compartida entre disciplinas en la atención posaguda eran beneficiosas para el paciente.
Además, los participantes lograron comprender mejor las funciones de los demás y, al llevar a cabo las tareas que normalmente realizan otros especialistas como parte de la simulación, tuvieron la oportunidad de ponerse en la piel de los demás.
“Esto fue muy provechoso para crear cohesión y espíritu de equipo”, afirma Claudia.
5 El punto de vista del paciente
En las simulaciones posagudas, los actores que habían sido contratados como “pacientes” emitieron críticas muy valiosas desde el punto de vista del paciente, explica Rita, y añade que la participación de los actores hizo que los participantes realmente vivieran la experiencia como real e inmersiva.
“Involucramos a los actores en las sesiones informativas, y los equipos estaban muy interesados en saber cómo percibían el cribado y las conversaciones durante el tratamiento, además de cómo se sentían. Nadie les pide nunca su opinión a los pacientes, así que fue muy valioso conocer este punto de vista”.
Y qué decir de cuando es uno mismo el que representa el papel del paciente, como bien aprendió Mateusz Stolarczyk cuando hizo él mismo de paciente durante una simulación en San Petersburgo.
“Me hizo realmente apreciar el valor de informar al paciente sobre lo que está sucediendo”, recuerda. “Sabía que era solo una simulación, pero aun así, estaba nervioso”.