
Una de las maravillas del paisaje central colombiano es la región cafetera, conocida como el Eje Cafetero, que comprende tres pequeñas ciudades cercanas entre sí: Armenia, Pereira y Manizales. Estas tres ciudades, junto con los pequeños pueblos que las rodean, forman la región cafetera más importante de un país reconocido internacionalmente por su delicioso café, apreciado en todo el mundo.
Esta región conserva sus tradiciones ancestrales al tiempo que se abre al turismo, ofreciendo entre sus atracciones turísticas las haciendas de café y dando muestra del proceso de elaboración de un excelente café, desde el tostado y la molienda hasta el envasado de los granos de café. Custodiando este proceso está la palma de cera del Quindío, el árbol nacional de Colombia.
El Eje Cafetero no está lejos de mi ciudad natal, Medellín, y una de mis responsabilidades laborales que más disfruto es visitar esta región para promover la Iniciativa Angels. Allí siempre encuentro una cálida recepción, una deliciosa cocina tradicional y gente genuinamente amable con ganas de llevar a Angels a otro nivel, uno que incluso una gran ciudad capital como Medellín aún no ha logrado.
A menudo asumimos que las ciudades con más recursos económicos y mejor infraestructura de atención médica tienen más probabilidades de implementar la Iniciativa Angels de manera efectiva. Sin embargo, lo que muchas veces se necesita es simplemente pasión y el deseo de hacer que las cosas sucedan. En este contexto, lo que descubrí en Armenia (una pequeña ciudad con aproximadamente 300.000 habitantes, una décima parte dela población de Medellín) es particularmente inspirador.
Armenia tiene la suerte de contar con un “Ángel” que educa a proveedores de atención médica primaria, médicos, enfermeras y todo el personal de salud de la región sobre el manejo adecuado y oportuno del accidente cerebrovascular. Su nombre real es Ángel Corredor, un neurólogo apasionado por salvar vidas y profundamente comprometido con cambiar el mundo de sus pacientes.
El hogar clínico del Dr. Corredor es la Clínica Central del Quindío, una institución dedicada al manejo de primer nivel del accidente cerebrovascular y un centro regional de excelencia en este campo.
En el año 2023 recibió una certificación internacional como centro de ACV de la Organización Internacional de Accidentes Cerebrovasculares (World Stroke Organization, WSO), convirtiéndose así en la primera clínica del Eje Cafetero en obtener esta distinción. Además, es la única institución en la región que ha alcanzado el estatus de Diamante en el programa de premios WSO Angels Awards gracias a los destacados resultados logrados en el manejo y la atención de pacientes con ACV.