La mariposa es una criatura maravillosa que alcanza su espléndido aspecto solo después de pasar por varias etapas de su ciclo vital. A lo largo de varias etapas, la mariposa necesita un aporte de nutrientes y materiales para crecer, así como el respaldo de su entorno. En algunos hospitales, queda patente la existencia de un “ciclo vital” muy similar. Un ejemplo de esta índole que ha mejorado la calidad de la atención del ictus lo encontramos en el Hospital Regional de Příbram, en la República Checa.

Formación en simulación con un paciente con ictus simulado en el hospital P❏íbram
Todo comenzó cuando el hospital, junto con el asesor de la iniciativa Angels, realizó dos series de simulaciones en enero de 2020 con el objetivo de mejorar la atención del ictus que recibían los pacientes. Basándose en las observaciones de las simulaciones, el equipo preparó e introdujo un plan de acción para la mejora de la atención del ictus que se pondría en práctica paso a paso en las semanas siguientes. En primer lugar, la optimización de la atención local prehospitalaria pareció ser crucial. Las modificaciones se centraron principalmente en las necesidades y el contenido de la notificación previa, que consiste en compartir información entre el departamento de neurología y los profesionales de los servicios médicos de emergencia (SME) antes de que un paciente con ictus llegue al centro de ictus.
Celebrar una reunión interdisciplinar fue clave para definir las funciones de todos los departamentos implicados: SME locales, UCI, urgencias, departamentos radiológico y neurológico y la gestión del hospital. Desde entonces, los profesionales de urgencias han notificado previamente al centro de ictus en consecuencia con llamadas estructuradas que contienen toda la información relevante sobre los pacientes con sospecha de ictus, lo que permite la preparación de todo el equipo de ictus y la TAC antes de la llegada del paciente. Inmediatamente tras su llegada, los paramédicos acompañan al paciente directamente a la TAC y siguen estando disponibles para un transporte secundario en caso de que se indique que el paciente necesita más tratamiento en un centro de ictus integral más grande. Estas nuevas medidas reducen significativamente el tiempo necesario para el diagnóstico, así como el inicio del tratamiento. El Dr. Jaroslav Machovsk tributario, jefe de los servicios de emergencias médicas locales, reconoce su cooperación:
“Las nuevas medidas aplicadas han simplificado y mejorado significativamente la atención del ictus en toda la región. Los pacientes con ictus son los más beneficiados, ya que los profesionales de los SME notifican cada caso directamente al neurólogo del centro de ictus; esto aumenta la calidad de la atención prehospitalaria, en particular en lo que respecta al tratamiento futuro del paciente. Por añadidura, pero no por ello menos importante, esta colaboración entre los SME y el hospital también ha conllevado una mejora de la colaboración entre paramédicos y personal hospitalario.
También se produjo un cambio fundamental en la carga de trabajo de los enfermeros del servicio de urgencias. Hasta entonces, el personal de enfermería desempeñaba un papel principalmente administrativo, pero ahora está contribuyendo activamente al tratamiento del ictus en fase aguda.
Gerente Lenka Pátková, la enfermera jefe del servicio de urgencias, reacciona:
“Basándonos en las recomendaciones que surgieron a raíz de la formación de simulación, hemos implementado una serie de cambios en el ingreso de los pacientes con ictus. Actualmente, gracias al neurólogo, el personal de enfermería está bien informado sobre la hora de llegada de los profesionales de los SME. Asimismo, el personal de enfermería acompaña directamente a los pacientes a la TAC, donde se encarga de diluir y administrar el tratamiento. Además, la reunión de intercambio de experiencias se celebró antes de la introducción de las modificaciones de la vía de tratamiento del ictus para el personal de enfermería. Mgr. Tereza Koláčná, una experimentada enfermera jefe del centro integral de ictus del Hospital Universitario Motol, compartió con nosotros la experiencia laboral relativa a la atención del ictus en fase aguda e hiperaguda por parte del personal de enfermería. Posteriormente, se complementó con una práctica formación sobre cómo administrar el tratamiento adecuadamente”.

Los radiólogos examinan ahora a los pacientes con ictus con la máxima prioridad y desempeñan un papel crucial en el diagnóstico del ictus agudo. Actualmente, se ha habilitado la administración del tratamiento dentro de la sala de TAC inmediatamente después de la TAC. La presencia de los radiólogos durante una exploración por imágenes también permite acelerar significativamente el transporte secundario y especificar las medidas que deben adoptarse para ello, si corresponde.
Existe un componente clave para la coordinación de este equipo multidisciplinar de ictus y la selección del tratamiento Se basa en las decisiones correctas del neurólogo a cargo. La Dra. Helena Hlaváčová, Directora del Departamento de Neurología, compara los resultados de la calidad de la atención del ictus:
“Podemos comparar los datos antes y después de la optimización de la vía de tratamiento del ictus mediante los informes del registro RES-Q nacional. Antes de la optimización de la vía de tratamiento del ictus, el tiempo medio de administración del tratamiento (el denominado tiempo puerta-aguja, un indicador clave de la atención del ictus hospitalaria) era de 60 minutos. En marzo de 2020, tras la optimización de la vía, el tiempo puerta-aguja medio se había reducido drásticamente: ahora es de 21 minutos. Así, en apenas unas semanas, el hospital Příbram pasó de encabezar el ranquin por la cola a presentar un valor por encima de la media de toda la República Checa”.

Tiempo puerta-aguja (administración de TIV) en el informe RES-Q nacional antes de la optimización de la vía

Tiempo puerta-aguja (administración de TIV) en el informe RES-Q nacional después de la optimización de la vía
Los costes que esta mejora drástica lleva aparejados son extremadamente bajos: tan solo un monitor coagulante en la cama y un inyector automático. Hubo cambios importantes y muy necesarios: en los procedimientos existentes, en la mentalidad de las personas y en el deseo de todos los implicados de participar activamente. Tenemos suerte de ser testigos del desarrollo gradual de este “caso mariposa” tan ejemplar en el Hospital Příbram, donde se ha logrado una mejora significativa en la calidad de la atención del ictus a través de la mera voluntad de cambio. Un cambio en el que los pacientes son los más beneficiados.