Nadie esperaba que un equipo de ictus de la región italiana de Lombardía, azotada por la Covid-19, ofreciera una actuación galardonada. Pero en el Hospital Civil de Brescia, una serie de intervenciones anteriores a la pandemia y la estrecha colaboración entre neurólogos y neurorradiólogos intervencionistas garantizaron el éxito.
La guerra estalló en la región italiana de Lombardía el 21 de febrero de 2020.
En pocos días, las escuelas, los comercios y los restaurantes empezaron a cerrar, y el alcalde de Milán, la capital de la región, cerró las oficinas públicas. En otras dos semanas, toda Italia se encontraba en un confinamiento que duraría dos meses, una semana y dos días.
Codogno, una pequeña ciudad al sur de Milán donde se confirmó el primer caso de Covid-19 adquirido localmente, se hizo famosa de la noche a la mañana como epicentro de la pandemia de Covid-19 en Europa. El paciente número 1 sobreviviría, pero decenas de miles no lo hicieron, ya que el virus arrasó las provincias de Brescia y Bérgamo antes de abrirse camino de forma demoledora hacia el sur, una región más pobre.
A un viaje de seis euros en autobús al noreste de Codogno, el Hospital Civil de Brescia soportaba el peso de un sistema sanitario repentinamente sobrecargado. Entre el 1 de marzo y el 31 de mayo, más de 500 trabajadores sanitarios del hospital dieron positivo en las pruebas de Covid-19, siendo los médicos y el personal de enfermería los más afectados. Los Servicios de Urgencia Médica de Lombardía (AREU) también libraron una dura batalla, pero aguantaron a medida que las llamadas se disparaban y los pacientes se agolpaban en los pasillos del hospital.
La Covid-19 divide la secuencia de tratamiento del ictus
El Hospital Civil de Brescia, un hospital formativo con más de 1500 camas, cuenta entre sus logros recientes con un notable aumento del número de pacientes con ictus agudo que se benefician de la trombólisis sistémica y la trombectomía endovascular.
Su Unidad de Neurología Vascular se fundó en 2005 y es el centro de referencia para el tratamiento del ictus agudo en toda la provincia de Brescia, un vasto territorio con cerca de 1 000 000 de habitantes. El aumento de la tasa de tratamientos de recanalización ofrecidos a los pacientes con ictus se debió en parte a la ampliación de las ventanas de tiempo y de las indicaciones clínicas para estas terapias, pero igualmente importantes fueron la operatividad de la sala de neurología durante las 24 horas del día, la disponibilidad del personal de enfermería especializado en ictus y, sobre todo, la estrecha colaboración entre neurólogos y neurorradiólogos intervencionistas que facilitó la evaluación de las neuroimágenes, incluso desde los hospitales periféricos, a lo largo de todo el día.
Sin embargo, el Hospital Civil de Brescia parecía por el momento una zona de guerra, ya que los médicos luchaban codo con codo contra el virus que se extendía por Lombardía como un tsunami. No solo era extremadamente limitado el acceso a Urgencias, sino que muchos casos de ictus entre los pacientes con Covid presentaban un peor pronóstico que en los pacientes no infectados por el virus.
La necesidad de diferenciar entre pacientes con y sin el virus hizo que el manejo del ictus agudo fuera extremadamente complejo y llevó a la activación de protocolos específicos para pacientes con ictus. Esto supuso separar las vías y crear una vía “gris” desde Urgencias hasta la unidad de ictus, donde se habilitó una sala separada para los pacientes que esperaban el resultado de los hisopos.
Lograr la excelencia en una crisis
En plena crisis, nadie podía predecir que un hospital del norte de Italia, afectado por la pandemia, cerraría el año con un premio a la excelencia en el tratamiento del ictus. Sin embargo, a finales de 2020, el equipo de ictus del Hospital Civil de Brescia se hizo con su primer Premio ESO Angels, conseguido en el cuarto trimestre, cuando las muertes relacionadas con la Covid en Italia alcanzaron un máximo de casi 1000 al día. En el transcurso de un año que puso a prueba los servicios sanitarios inconmensurablemente, el hospital administró tratamientos de recanalización a un mínimo de 162 pacientes, incluidas 73 intervenciones de trombectomía endovascular, registrando tiempos de puerta-tratamiento que cumplían los criterios para la categoría de oro.
El Dr. Nicola Gilberti atribuye este éxito inesperado a los cambios introducidos en la secuencia de tratamiento del ictus, que habían reducido los tiempos de tratamiento a lo largo de varios años. Estos incluían la prenotificación del neurólogo de guardia por parte del centro de operaciones de AREU de que un caso probable de ictus estaba en camino, el examen del paciente por parte del neurólogo en el triaje, la evaluación inmediata y colegiada de la TAC por parte del neurólogo y el neurorradiólogo intervencionista para la toma de decisiones terapéuticas óptimas y, cuando el caso clínico lo permitía, el inicio de la trombólisis antes de recibir los resultados hematológicos.
El viaje continúa
“A pesar de todo, y gracias al apoyo de Angels, quisimos seguir optimizando la secuencia de tratamiento del ictus”, afirma el doctor Gilberti. “Esto supuso conseguir espacio para organizar reuniones para debatir casos clínicos, un simulacro práctico que nos ayudó a identificar posibles acciones de mejora, la formación del personal de enfermería de la unidad de ictus y la participación en programas de seguimiento nacionales como MonitorISA e internacionales como los Premios ESO-Angels”.
El equipo de ictus del Hospital Civil de Brescia, que ha demostrado su valía en medio de una crisis, continúa su camino hacia la mejora de la atención del ictus. El tiempo que tardan en recibir el tratamiento (puerta-tratamiento) se ha mantenido estable en el nivel requerido para la categoría de oro, y se reconoce que para ascender aún más en el escalafón pueden ser necesarios cambios sustanciales en la organización funcional y estructural del hospital.
Sin embargo, el recurso más importante ya está en marcha: un equipo motivado que ha demostrado estar a la altura del mayor reto de salud pública en más de un siglo.