Situada a cien kilómetros al sur de Moscú, Stupino es una ciudad industrial con una población de setenta mil personas. A pesar de su proximidad con la capital, la tasa de mortalidad por ictus y otros indicadores de esta ciudad estaban muy lejos del objetivo que había establecido el Ministerio de Salud de la Federación Rusa. Sin embargo, esta tendencia está cambiando rápidamente desde que el Hospital Clínico Regional Central de Stupino abrió una nueva unidad de ictus en abril de 2018.
Diseñada para ofrecer cuidados médicos para el ictus en línea con las prácticas y directrices recomendadas por el Ministerio de Salud de la Federación Rusa, la unidad de ictus y los miembros del equipo han logrado notables proezas en un periodo muy breve.
El primer paso fue establecer una vía del paciente correcta para optimizar los cuidados del ictus en el hospital y aumentar el número de pacientes en recibir tratamiento específico.
En mayo de 2018, un mes después de su inauguración, 123 pacientes con trastornos cerebrovasculares agudos ingresaron en la unidad de ictus y se realizaron ocho procedimientos de recanalización. El tiempo medio desde la llegada hasta recibir el tratamiento era de 35 minutos. Los resultados son sorprendentes, ya que el departamento se creó desde cero ¡tan solo un mes antes!
En su afán de mejora constante, han solicitado la aprobación de un protocolo local para una antibioticoterapia empírica para prevenir las complicaciones tromboembólicas venosas. También han creado e implantado un algoritmo para prevenir la neumonía por aspiración y han iniciado un tratamiento de ejercicio pasivo para los pacientes con ictus en su primer día de estancia en el hospital.
Se han invertido muchos esfuerzos más allá del propio hospital, como organizar la prevención primaria y secundaria de enfermedades vasculares mediante clínicas ambulatorias, la realización de campañas de concienciación para pacientes, la creación de la Escuela de Hipertensión Arterial para pacientes e incluso la próxima inauguración de un consultorio de tratamiento anticoagulante.
A juzgar por los logros y progresos de estos primeros meses, podemos afirmar que estamos siendo testigos de un extraordinario florecimiento en la región de Moscú, con un alto potencial para ofrecer a los pacientes con ictus una segunda oportunidad en la vida.