Los pilotos pasan horas cada año en simuladores para automatizar sus tareas diarias y prepararse para las situaciones a las que no quieres enfrentarte por primera vez en el aire. Subimos a un avión porque este hecho nos tranquiliza. Los pacientes tienen la misma confianza en las capacidades de los médicos que tratan un ictus porque saben que lo han practicado una y otra vez hasta la perfección.
Existen cada vez más pruebas del valor del aprendizaje experimental y, especialmente, en la formación basada en simulaciones. Recientemente, Tahtali, D. (2016) demostró que podían lograr un tiempo medio desde la llegada hasta el tratamiento inferior a 30 minutos gracias a las “simulaciones con modelo de paciente” en su unidad.
Pudimos constatar la importancia de una formación en el ictus basada en simulaciones en el centro de simulación del Dr. Mikulik en Brno (República Checa), así que decidimos que teníamos que encontrar una forma de incluirlo en nuestro conjunto de herramientas. Nuestra idea fue realizar las simulaciones en el hospital para que los equipos de ictus realizaran la formación en su propio entorno, de manera que creamos un paquete de simulación que incluía un caso de un paciente y dos simulaciones con modelo de paciente, que se grabaron con cámaras GoPro, y se dividieron en talleres interdisciplinares a fin de estudiar el vídeo y acordar los puntos de mejora. Equipados con nuestras nuevas cámaras y emocionados por las posibilidades que ofrecía este tipo de formación, decidimos probar nuestra nueva oferta en el país que vio nacer Angels Initiative, Sudáfrica.
Para ser completamente sinceros, no sabíamos qué nos encontraríamos en Sudáfrica. Sabíamos que el tiempo medio desde la llegada hasta el tratamiento en Europa era de unos 80 minutos, según datos del comité para el Abordaje Seguro del Tratamiento del Ictus (Safe Implementation of Treatment in Stroke, SITS), pero no teníamos ni idea de las cifras de Sudáfrica. La única referencia que teníamos era una simulación que habíamos hecho en un hospital de Ciudad del Cabo en noviembre de 2016, con unos resultados fantásticos.
El hospital consiguió lograr un tiempo desde la llegada hasta el tratamiento de unos 35 minutos en la primera ronda y después consiguieron reducir a la mitad el tiempo después del debate y la segunda simulación. No obstante, esto podría haber sido una excepción. Hay que tener en cuenta que Angels Initiative o la iniciativa MyStroke (como se llamaba allí hasta hace poco) se había puesto en marcha en el país en 2014.
Conseguimos realizar simulaciones en 13 hospitales de todo el país en un solo día. A medida que los resultados iban llegando de los diferentes asesores repartidos por todo el país, no podíamos creer lo que veíamos. La media de los 13 hospitales para la primera simulación fue de un poco más de 30 minutos y, sin excepción, los hospitales lograron un tiempo desde la llegada hasta el tratamiento de menos de 20 minutos en la segunda simulación. Cabe mencionar que, en este país, hace dos años solamente había cuatro centros de ictus.
Aprendimos mucho en términos de cómo gestionar estas simulaciones desde un punto de vista técnico, y todas las dudas sobre la aplicabilidad práctica de estas simulaciones se desvanecieron al cabo de dos días. Uno de los hospitales que tenía una marca personal de 47 minutos antes de las simulaciones, consiguió tratar a un paciente con ictus real dos días después de la simulación en solo 31 minutos.
Nos marchamos de Sudáfrica sorprendidos por la experiencia pero motivados para contar a toda Europa que, si un pequeño país con pocos recursos y un puñado de hospitales con capacidades para el ictus nuevos podía hacerlo en menos de 30 minutos de media, todos los hospitales de Europa deberían poder hacerlo también.