Un cambio significativo suele comenzar con un pequeño paso fuera de nuestra zona de confort. Nunca sabemos qué caminos seguirán a este paso, si habrá dificultades o cuánto tendremos que poner de nuestra parte. Todo lo que tenemos es nuestra pasión y el objetivo final que nos guía.
En Bulgaria, todavía hay muchas áreas sin hospitales que ofrezcan tratamiento hiperagudo para pacientes con ictus isquémico.
Hasta hace poco, este también era el caso del distrito de Haskovo, donde unas 240 000 personas no podían acceder rápidamente a tratamiento de recanalización cuando sufrían un ictus isquémico. A finales de 2017, neurólogos del Hospital de Haskovo, junto con colegas del servicio de urgencias y la unidad de cuidados intensivos, decidieron que esto tenía que cambiar y dieron el primer paso.
La tarea de ninguna manera era fácil para este hospital, incluso desde el punto de vista logístico: el servicio de neurología está a unos kilómetros del servicio de urgencias, el escáner de TAC y la unidad de cuidados intensivos. Después de muchas conversaciones entre las diferentes unidades del hospital, con el apoyo del director, se creó un nuevo protocolo en el hospital. Siguieron reuniones con los equipos del Centro de Servicios Médicos de Urgencia.
Ya en diciembre de 2017, se trató al primer paciente con ictus isquémico elegible. El resultado fue positivo y el equipo continuó avanzando con confianza hacia la optimización de la atención a sus pacientes con ictus.
A ello le siguió la participación en una serie de foros nacionales y una formación de tres médicos en el centro de simulación del Hospital Universitario St. Anne en Brno, República Checa, así como un intercambio de experiencias en el Hospital Universitario St. Anna en Sofía. El conocimiento adquirido dio confianza al equipo de ictus del Hospital de Haskovo y solo un año después del primer procedimiento de recanalización, se convirtió en un centro de tratamiento de ictus completamente funcional, listo para atender a los residentes de la región.
***
En 2018, la ola de motivación para optimizar la atención del ictus comenzó a llegar a la provincia más meridional de Bulgaria, el distrito de Kardzhali. Ubicada entre el distrito de Haskovo y Grecia, esta región está poblada por más de 150 000 personas, que antes no tenían fácil acceso al tratamiento de recanalización.
Esto llevó al Dr. Yordan Karaivanov, Jefe de la Unidad Neurológica del Hospital Dr. Atanas Dafovski, a intentar promover un cambio en el distrito de Kardzhali. La administración del hospital, representada por el Prof. Dr. Todor Cherkezov le apoyaba por completo, y juntos dieron los primeros pasos.
En febrero de 2018, organizaron una gran reunión multidisciplinar en el hospital, con especialistas líderes de otros hospitales invitados a compartir su experiencia en el tratamiento del ictus. La reunión despertó un gran interés y motivó a todas las unidades a convertirse en parte activa del proceso. El Dr. Karaivanov sabe que en el tratamiento del ictus cada minuto cuenta e insistió en la necesidad en un sistema hospitalario de que se informe a los servicios involucrados cuando ingresa un paciente potencialmente elegible para tratamiento.
A mediados de marzo de 2018, el sistema estaba establecido y el equipo del hospital deseaba ver si funcionaría. Junto con el equipo de la Iniciativa Angels, se realizó una simulación de ictus y ello le dio al equipo una mayor confianza mientras se esperaba al primer paciente elegible para el tratamiento. Unas semanas más tarde, llegó ese paciente y el Dr. Karaivanov pudo tratarlo. Pronto le siguieron un segundo y un tercer paciente y todos recibieron una segunda oportunidad en la vida.
La experiencia había motivado al equipo a seguir trabajando para garantizar que no se perdiera ningún paciente elegible del distrito de Kardzhali. El Dr. Atanas Mitkov, Director del Centro de Servicios Médicos de Urgencia de Kardzhali y la Asistente Médica en Jefe Daniela Delcheva trabajaron junto con el Dr. Karaivanov y el equipo de Angels para organizar una formación a gran escala de los equipos de ambulancias sobre cómo actuar frente a un posible paciente con ictus. Durante 3 días, se dio formación a más de 100 primeros interesados de todas las ramas del distrito de Kardzhali.
Al final resultó que el primer paso que dieron se convirtió en un paso seguro hacia una mejor calidad de vida para los pacientes con ictus del distrito de Kardzhali.
Ubicada en el centro meridional de Bulgaria, la provincia de Plovdiv comparte frontera con los distritos de Haskovo y Kardzhali, aunque está más densamente poblada, con casi 700 000 habitantes. También alberga el hospital más grande de Bulgaria: El Hospital Universitario Sv. Georgia.
La misión de la Prof. Dra. Penka Atanasova, que busca mejorar la vía del tratamiento del ictus en este hospital, tampoco era fácil. Su motivación y confianza en que si esta tarea se completaba con éxito habría beneficios significativos para la región la llevó a organizar una serie de reuniones en el hospital.
Una neuróloga especializada en ictus, la Prof. Atanasova participó personalmente en la formación de una gran volumen de personal de urgencias sobre cómo atender a los posibles pacientes con ictus. No obstante, ella cree que la calidad del tratamiento debe estar por encima de la cantidad, por lo que siempre se asegura de que su equipo esté bien formado y actualizado con las últimas recomendaciones internacionales y las mejores prácticas.
Desde que pasó a ser parte de la red de la Iniciativa Angels, ha asignado a tres representantes de su hospital para que visiten un centro de formación en simulación de ictus en el Hospital Universitario St. Anne de Brno, y a otros tres para formarse con el equipo de la Clínica Neurológica del Hospital Universitario St. Anna, Sofía, como sus homólogos del Hospital Haskovo.
Sin embargo, el cambio más impactante se produjo cuando introdujo el control de calidad utilizando el registro RES-Q, abarcando a todos los pacientes con ictus ingresados en la clínica. Esto trajo resultados positivos casi de inmediato: en menos de un año, el Hospital Unniversitario Sv. Georgi se clasificó entre los diez hospitales más activos del país, trabajando por una óptima atención de los pacientes con ictus.
El primer paso, por difícil que fuera, llevó a cada uno de estos profesionales a la satisfacción de presenciar “milagros” con sus propios ojos, así como a cumplir con un deber profesional y cambiar a mejor la vida de muchas familias. Sin embargo, sus huellas no solo permanecen en un hospital, una ciudad o una región, sino que viajan a través de Bulgaria para dar coraje y motivación a muchos colegas de zonas distantes del país. Muchos otros se han contagiado de este espíritu y todos están ansiosos por ver más héroes nuevos contribuyendo a la lucha contra el ictus.
