A las 14:45 h el domingo, 16 de junio de 2019, un hombre joven fue ingresado en el Hospital Regional Duitama en la remota región de Boyacá de Colombia con síntomas poco frecuentes en niños de 20 años. Han transcurrido veinte minutos desde que notó por primera vez la debilidad en la pierna izquierda y el habla se volvió arrastrada. La evaluación neurológica mostró una puntuación de 5 en la NIHSS y el discurso de la paciente siguió deteriorándose, lo que supuso la sospecha de que este joven ciudadano de la ciudad de Duitama hubiera sufrido un ictus.
Se realizó una videollamada de inmediato al departamento de neurología del Hospital Universitario de San Rafael de Tunja, en la capital de Boyacá, donde el neurólogo de guardia estudió las imágenes de TAC transmitidas desde Duitama. En cuestión de minutos se confirmó el diagnóstico y se excluyeron las contraindicaciones. Poco después de medianoche, comenzó el tratamiento con trombólisis.
Al amanecer de la mañana siguiente, lo único que quedaba de los síntomas del paciente fue una sensación de pinchazo en la planta del pie izquierdo. Su puntuación en la NIHSS fue de 0. El futuro que había estado tan cerca de escapar era el suyo de nuevo.
En el servicio de urgencias del Hospital Regional de Duitama, nadie había dormido mucho, pero no notaban lo cansados que estaban hasta mucho más tarde. Por ahora, estaban eufóricos. Habían participado en un momento clave, el resultado de años de planificación y formación. Alrededor de la medianoche del domingo, 16 de junio de 2019, la primera teletrombólisis de la región de Boyacá había salvado la vida de un hombre joven.
El impulso de esta intervención proviene del Dr. José Luis Bustos, neurólogo del Hospital Universitario San Rafael de Tunja, que dos años antes había lanzado el Proyecto de teletrombólisis, un plan ambicioso para proporcionar atención oportuna a los pacientes con ictus en este rincón remoto de Colombia. El hospital del Dr. Bustos es un centro integral en el corazón de la red regional para la gestión del ictus y ganador de ocho premios Angels de la WSO. Sin embargo, muchos de los pacientes que acudieron desde Duitama, Sogamoso, Soatá, Chiquinquirá y Moniquirà llegan fuera del intervalo de tratamiento para la reperfusión. La transferencia de pacientes supone un reto. Los hospitales remitentes se encuentran a entre una y tres horas y media de distancia de la capital y Bocayá tiene menos de una ambulancia por cada 10 000 habitantes, la cuarta más baja de los 33 departamentos de Colombia.
Reconociendo una oportunidad para que la tecnología redujera la distancia entre hospitales, el Dr. Bustos decidió que comenzó a solicitar la Secretaría de Salud de Bocayá en 2017 para equipar a los hospitales de referencia con las telecomunicaciones y el equipo de obtención de imágenes necesarios para establecer una red de telemedicina en la región.
La innovación crea pioneros, que fue lo que el equipo del Hospital Regional Duitama sintió la noche en que el niño de 20 años fue trasladado al servicio de urgencias. Gracias al tenaz esfuerzo del Dr. Bustos y con el apoyo de Angels, pudieron salvar a sus pacientes y encabezar la implementación de la gestión del teleictus en la región.
Este equipo orgulloso y entusiasta se ha unido desde entonces a otros. La teletrombólisis también vive ahora en los hospitales de Sogamoso y Moniquirá, a continuación, Soatá y Chiquinquirá, y hay otra razón para sentirse orgulloso. El tiempo medio puerta-aguja registrado en la red de teletrombólisis es de clase mundial 30 minutos, lo que significa que cientos de pacientes que hubieran llegado a Tunja demasiado tarde para beneficiarse del tratamiento que salva vidas pueden acceder al tratamiento en un tiempo récord.